©Pablo Retamal |
15 de enero de 2013
12 de enero de 2013
Selarón
El trabajo sobre la escalera fue de apoco convirtiéndose en su obsesión. Empezó a forrarla de azulejos con los colores de la bandera brasilera en medio de las miradas escépticas de los vecinos del barrio de la Lapa en Rio de Janeiro, año 1990. Lo hizo al poco tiempo de llegar a vivir a Rio y por más de 20 años nunca se detuvo. Lo hacía en paralelo al trabajo que lo hizo famoso por esa época, el cual fue el pintar cuadros de mujeres negras embarazadas. Aunque llegó a pintar varios miles de esos cuadros, lo que lo inmortalizó fue la escalera que llevaba su nombre, pues fue la obra a la que más tiempo le dedicó. La escalera Selarón o 'Escadaría Selarón' en portugués, une los barrios de Lapa y la Ladeira de Santa Teresa. Es una escalinata de 215 escalones y 125 metros de extensión, que Jorge Selarón cubrió completamente con azulejos multicolores y de los más diversos motivos, provenientes de distintas partes del mundo y que los mismos visitantes le hacían llegar por correspondencia.
A pesar de la fama, y las miles de visitas, vivía humildemente en una habitación por la cual pagaba un arriendo, ubicada al inicio de la misma escalinata, desde donde apreciaba la obra en su total dimensión. Todas las mañanas recorría el barrio en una bicicleta roja luego de barrer la escalinata. Muy querido en su barrio, por donde pasaba vitoreaban su nombre.
Selarón, de lengua afilada, irreverente y desbocado, se le puede ver en entrevistas sosteniendo que sus 'escadarías' son la más grande obra artística hecha por un solo hombre en el mundo, y que la National Geographic de Washington DC lo atestiguaba. Decía que nadie puede menospreciar a Michelangelo y a su obra, excepto él, pues es muy superior ya que mientras Michelangelo trabajaba por encargo para el Papa y la Iglesia Católica, él pinta por voluntad propia. Comparaba la suya con grandes obras de la ciudad, y decía "mientras el Cristo Redentor cierra a las 5 de la tarde y el ingreso cuesta 30 dólares, la escadaría Selarón esta abierta las 24 horas y su ingreso es gratuito", y agregaba: "El Cristo es feo como la gran puta, es hecho de piedra jabón portuguesa que no sirve para nada, y no tiene ángulo para tomarle fotos...". Decía, en su portugués con fuerte acento que "si hubiese sido gringo, nacido en Nueva York y hablado inglés, sería más famoso que el Papa, que Dios, que todos esses filhos da puta...".
A pesar de declarar a Rio de Janeiro su casa y la ciudad más linda del mundo, y dedicar la escadaría "a la ciudad y su gente", Selarón era chilenisimo, nacido el año 1957 en Limache, viviendo hasta los 20 años en la ciudad de Valparaíso, desde donde partió a Europa para nunca más volver, recorriendo 57 países hasta que decidió quedarse en Rio por opción.
No es de extrañar que por sus formas poco sofisticadas para el medio local, Selarón haya sido subestimado y sumido en el más absoluto anonimato en su Chile natal, donde se premian artistas inócuos que ajustan su creación al calendario de los concursos públicos de fomento al arte.
No habría cabida en Chile para un maluco beleza descocado como Selarón en el mecenazgo de las galerías de arte y apellidos vinosos local. Me atrevo sin embargo a apostar a que se deben estar planeando un sin fin de sentidos homenajes cuando ya es demasiado tarde, y que todos se enteren que gran chileno fue Selarón, de lo bien que nos representó, siendo incluso inmortalizado en videoclips de U2 y Snoopy Dog.
Selarón yacía muerto sobre su obra cuando fue encontrado por sus vecinos el pasado jueves 10 de enero. Las razones parecen ser tanto suicidio como la venganza de uno de sus colaboradores.
En su portugués desordenado, Selarón sostuvo no hace mucho que la Escadaría Selarón era un trabajo en constante evolución, que solo terminaría con su muerte.
A pesar de la fama, y las miles de visitas, vivía humildemente en una habitación por la cual pagaba un arriendo, ubicada al inicio de la misma escalinata, desde donde apreciaba la obra en su total dimensión. Todas las mañanas recorría el barrio en una bicicleta roja luego de barrer la escalinata. Muy querido en su barrio, por donde pasaba vitoreaban su nombre.
Selarón, de lengua afilada, irreverente y desbocado, se le puede ver en entrevistas sosteniendo que sus 'escadarías' son la más grande obra artística hecha por un solo hombre en el mundo, y que la National Geographic de Washington DC lo atestiguaba. Decía que nadie puede menospreciar a Michelangelo y a su obra, excepto él, pues es muy superior ya que mientras Michelangelo trabajaba por encargo para el Papa y la Iglesia Católica, él pinta por voluntad propia. Comparaba la suya con grandes obras de la ciudad, y decía "mientras el Cristo Redentor cierra a las 5 de la tarde y el ingreso cuesta 30 dólares, la escadaría Selarón esta abierta las 24 horas y su ingreso es gratuito", y agregaba: "El Cristo es feo como la gran puta, es hecho de piedra jabón portuguesa que no sirve para nada, y no tiene ángulo para tomarle fotos...". Decía, en su portugués con fuerte acento que "si hubiese sido gringo, nacido en Nueva York y hablado inglés, sería más famoso que el Papa, que Dios, que todos esses filhos da puta...".
montevideo.com.uy |
No es de extrañar que por sus formas poco sofisticadas para el medio local, Selarón haya sido subestimado y sumido en el más absoluto anonimato en su Chile natal, donde se premian artistas inócuos que ajustan su creación al calendario de los concursos públicos de fomento al arte.
No habría cabida en Chile para un maluco beleza descocado como Selarón en el mecenazgo de las galerías de arte y apellidos vinosos local. Me atrevo sin embargo a apostar a que se deben estar planeando un sin fin de sentidos homenajes cuando ya es demasiado tarde, y que todos se enteren que gran chileno fue Selarón, de lo bien que nos representó, siendo incluso inmortalizado en videoclips de U2 y Snoopy Dog.
Selarón yacía muerto sobre su obra cuando fue encontrado por sus vecinos el pasado jueves 10 de enero. Las razones parecen ser tanto suicidio como la venganza de uno de sus colaboradores.
En su portugués desordenado, Selarón sostuvo no hace mucho que la Escadaría Selarón era un trabajo en constante evolución, que solo terminaría con su muerte.
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Jorge Selaron,
Lapa,
Rio de Janeiro
7 de enero de 2013
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