21 de enero de 2014
4 de enero de 2014
Calidad de vida en barrios - Santiago y la Plaza Las Lilas
En el 2010 una torre de departamentos vino a reemplazar el edificio clásico del 1950 donde se emplazaba el
cine Las Lilas y diversas tiendas de barrio en el sector poniente de la plaza del mismo nombre. El alcalde de la época, sostuvo que
nada podría hacer, llegando a un acuerdo con la constructora responsable
(Penta) de habilitar un café literario y un cine en los cimientos del
nuevo edificio, lo cual nunca ocurrió.
Mas recientemente nada pudo hacer la hoy alcaldesa comunal ante la demolición de otras dos construcciones del año 1948, al lado opuesto de la misma plaza Las Lilas, a manos de PAZ Froimovich, constructora de poca reputación, con departamentos dirigidos a población joven en busca del sueño de 34 metros cuadrados.
El argumento "no se trata de detener el progreso de la ciudad", es frecuentemente repetido en la discusión por la destrucción de la memória física de la ciudad. En radio Cooperativa, Pablo Allard decano de arquitectura de la UDD, defiende con un curioso argumento la destrucción de los barrios a manos de constructoras, en su rol de colaborador del gobierno de Piñera. "Hay barrios en la ciudad que son tan atractivos, que tienen tal calidad de vida que hay mucha gente que quiere vivir ahí y eso genera demanda. Esos edificios de 9 pisos se llenan de gente...".
Como si el negocio de las constructoras no fuera otro que construir para vender, lo cual nada tiene que ver con generar calidad de vida.
La calidad de vida de un barrio que mencionaba Allard arriba, plasmada en barrios sin identidad, atestados de gente, autos y edificios de
dudosa calidad o aporte estético.
Dura pelea se dió en el 2013 al Plan Regulador o PMRS100, que expande Santiago y legaliza la instalación de edificaciones en lugares inadecuados. Terminó en contraloría por el rol de su impulsor el ex intendente de Santiago y ex-presidente de la Cámara Chilena de la Construcción. En diciembre se aprobó igual y lamentado por muchos.
Curiosamente, la construcción de tantas torres de departamento autorizadas y defendidas a rajatabla por el alcalde Cristián Labbé, permitió instalar población joven que permitió a la comuna jubilar a dicho alcalde. Un triunfo de la ironía.
Mas recientemente nada pudo hacer la hoy alcaldesa comunal ante la demolición de otras dos construcciones del año 1948, al lado opuesto de la misma plaza Las Lilas, a manos de PAZ Froimovich, constructora de poca reputación, con departamentos dirigidos a población joven en busca del sueño de 34 metros cuadrados.
El argumento "no se trata de detener el progreso de la ciudad", es frecuentemente repetido en la discusión por la destrucción de la memória física de la ciudad. En radio Cooperativa, Pablo Allard decano de arquitectura de la UDD, defiende con un curioso argumento la destrucción de los barrios a manos de constructoras, en su rol de colaborador del gobierno de Piñera. "Hay barrios en la ciudad que son tan atractivos, que tienen tal calidad de vida que hay mucha gente que quiere vivir ahí y eso genera demanda. Esos edificios de 9 pisos se llenan de gente...".
Como si el negocio de las constructoras no fuera otro que construir para vender, lo cual nada tiene que ver con generar calidad de vida.
Aquí había un Cine: Las Lilas, www.35milimetros.org/ |
Dura pelea se dió en el 2013 al Plan Regulador o PMRS100, que expande Santiago y legaliza la instalación de edificaciones en lugares inadecuados. Terminó en contraloría por el rol de su impulsor el ex intendente de Santiago y ex-presidente de la Cámara Chilena de la Construcción. En diciembre se aprobó igual y lamentado por muchos.
Curiosamente, la construcción de tantas torres de departamento autorizadas y defendidas a rajatabla por el alcalde Cristián Labbé, permitió instalar población joven que permitió a la comuna jubilar a dicho alcalde. Un triunfo de la ironía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)