Del turismo masivo se habla cuando ya es algo tarde y varios derechos civiles han sido menoscabados. La autoridad es la última en enterarse y suelen hacer vista gorda a instereses privados mezquinos en la medida que las arcas municipales engordan. Barcelona, con 7.5 millones de visitantes (y 1.6 millones habitantes) es un caso paradigmático.
Evelyn Pfeiffer, excelente fotografa y periodista, con quien compartimos la mirada respecto a lo que no desearíamos en términos de turismo para nuestras ciudades, me ha hecho llegar el notable documental Bye Bye Barcelona, lanzado en marzo. En El País, donde se le puede ver, se sostiene que el documental es "acerca de una ciudad y su relación con el turismo, acerca de la difícil convivencia entre Barcelona, barceloneses, el turismo y los turistas". Es un llamado a buscar un turismo armónico con los intereses locales. El realizador, Eduardo Chibás, es un afectado por las hordas de visitantes en su barrio de Sagrada Família.
Con un 12% del PIB vinculado a turismo y 20 millones de euros diários de ingresos, habrá vuelta atrás para Barcelona? Las soluciones se encuentran en el mismo documental: