El hotel había sido cerrado 6 meses antes. Su nuevo dueño, un inversionista hotelero indio, prometía una transformación sin precedentes en la historia hotelera nacional, manteniendo en lo posible la fachada gótica y sus famosas gárgolas. Una inversión millonaria, arriesgada y precursora que apuesta por el futuro del área fundacional de Santiago.
Casi un año después, subiendo hacia el oriente por calle Compañia, me sorprendió ver sobre el tercer piso del mítico hotel, aún en condiciones de abandono, un letrero de Flesan, empresa de demoliciones, vaticinio de muerte al patrimonio desproteigo, sumo de toda ignorancia hecha negocio redondo. Destruir por encargo, por dinero dentro del marco legal ausente, sordo y ciego.
Sebastián Grey, presidente del Colegio de Arquitectos, se refiere al desden público en "Una Belleza Nueva" de la Red, a edificios en lugares obtusos, centros comerciales descomunales que colindan con edificios de valor patrimonial, dice "...si uno tuviera la paz de saber de que todo se ha hecho de una manera honesta, concertada, transparente de cara a la ciudadanía...".
Recientemente, me sorprendo gratamente con la noticia de que el City Hotel efectivamente está en un acelerado proceso de renovación, y que será inaugurado a fin de año.
Los detalles de la renovación del City Hotel acá.