De acuerdo a nuestro sabios legisladores, los actores fumando en televisión "incitan al tabaquismo a las nuevas generaciones". Para ello una remozada nueva ley anti-tabaco nos libraría de este terrible flagelo, dejando lo anterior terminantemente prohibido. Ya sabemos lo bien intencionados que son tratándose del blindaje psíquico de nuestra inmaculada juventud, y de todos nosotros! Otras prohibiciones seguramente las tendrán debidamente contempladas para después no? Como por ejemplo el exceso de balas, combos, sangre y el garabato fácil, también el nulo contenido cultural, la misoginia, el reggaeton, la Pati Maldonado, los realities, el correrío de manos, que se yo, tanta cosa.
©Pablo Retamal |
Carlos Peña en El Mercurio se pregunta:"¿Hay alguna razón para impedir, haciendo uso de la fuerza, que una persona adulta decida convertirse en gordo mórbido, alcohólico pertinaz, fumador empedernido, sedentario entusiasta, diabético riguroso, o cualquier cosa que se le parezca?".
Joaquín García Huidobro en El Mercurio sostiene:"Quieren prohibir el cigarro en las películas, pero afortunadamente no impiden filmar secuestros u homicidios. Sólo faltaba que nos dejaran sin películas de acción, y dedicados a ver Barney, el dinosaurio, o los Teletubbies".
El Editorial de La Tercera "Tabaco: una prohibición que afecta la libertad de expresión", cuestiona: "No existen estudios fundados que determinen con precisión la incidencia de la imagen de una persona fumando en la formación del hábito de fumar y que justifiquen tan draconiana prohibición. Resulta contradictorio que existan normas que limiten la exhibición de material sobre violencia o sexo a determinadas horas y audiencias, pero que no vaya a existir ninguna alternativa para que las personas con criterio formado tengan acceso a una producción visual en que se fume...".
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