7 de marzo de 2011

Josep

Conocí del trabajo y sobresaliente trayectoria de Josep Chias harán unos 3 años atrás. Gente que lo había conocido por el Plan Rumbo de Valparaíso deseaba que evaluáramos su colaboración en el Programa Nacional de Clusters. Nos encontramos en su hotel donde compartimos una agradable conversa sobre turismo, marketing, de Chile, de España y de la vida. No escondió jamás sus dudas respecto a lo que pretendíamos hacer, aunque fue lo suficientemente inteligente como para reconocer que en época  de elecciones hacer lo que se debe no es precisamente lo que se hace. 

Josep Chias, cabeza de la mítica empresa de marketing de destinos Chias Marketing fue extremadamente generoso en compartir su conocimiento por un par de horas. Tuvo la bondad de regalarme una copia de su libro El Negocio de la Felicidad, el que acepté con la condición que me lo dedicara, lo cual hizo con total humildad. Escribió "...esperando sea de utilidad para hacer de Chile algo más que un Cluster! Cordialmente JChias, Noviembre 08".

Alcancé a leer en su totalidad el libro de Josep, como inspiración para una consultoría para uno de aquellos clientes incapaces de entender algo más que sus propias ideas, negligentes a todo lo que sea aprendizaje.

Hablar de la trayectoria de Josep sería demasiado extenso. Solo decir que son muchos los países, regiones y ciudades que han tenido el privilegio de contar con su particular forma de visualizar la vocación turística de un territorio. Nuestra Valparaíso estuvo entre ellas, una de las más recientes, que vino a sumarse a una larga lista de exitosos destinos turísticos mundiales, como Rio de Janeiro, Sao Paulo, Barcelona, por nombrar unas pocas. En docenas de países y ciudades Josep ideó marcas, algunas de las cuales fueron muy exitosas, como el sublime Plan Aquarela de Brasil, la Vida en Estado Puro de Ecuador o nada más nada menos que la imagen de las Olimpíada de Barcelona y la Feria de Sevilla del 92.

Su libro dice "...el desarrollo turístico no puede basarse solo en estudios de mercado que garanticen su éxito a corto plazo. Un país, una región, una ciudad, en el fondo unas culturas son demasiado importantes como para dejarlas unicamente en manos de gentes que buscan sus intereses y beneficios personales por encima de los colectivos". A la hora de hablar de la importancia del servicio, se remite al modelo norteamericano, y sostiene que existen dos alternativas, ser solo bienvenido o ser tratado como una persona inteligente, con todo lo que ello comporta. "Demasiadas veces," sostiene, "en el modelo americano me he sentido unicamente bienvenido".

En reunión con ProChile Valparaíso el viernes pasado, mientras hablábamos del trabajo de Chias hecho en el marco del Plan Rumbo, le pregunté a mi interlocutor que qué seguía en el trabajo de Josep. Me respondió con una noticia que por lo sorprendente me golpeó con la fuerza de lo inesperado. Josep había fallecido de cáncer hacia unos dos meses. Había intercambiado con él algunos  e-mails, muy cordiales por lo demás en que le entregaba detalles de un trabajo en el norte de Chile en el que él había manifestado interés en que participáramos juntos. No había vuelto a saber de él hacía varias semanas.
Quise escribir este testimonio como un humilde reconocimiento pues creo que perdemos mucho con su partida, sobretodo la dignidad que le entregó su trabajo a la "frívola" industria del turismo. Y no solo pierde el turismo, también pierde su amada latinoamericana, la cual Josep recorrió en innumerables oportunidades. Su sesgo se nota en distintas partes del libro. Al hablar del patrimonio inmaterial, dice: "Por ejemplo el Reveillon de Rio de Janeiro, reúne a cada final de año en la playa de Copacabana a más de dos millones de personas, todas ellas vestidas de blanco, sin que ocurra incidente alguno. He podido comprobarlo. Imaginemos por un momento el show policial que sea crearía en alguno de los países autollamados líderes del mundo si se realizase un evento popular de esas dimensiones."


Josep despide su libro "El Negocio de la Felicidad", con una nota que parece escrita de su puño y letra: "Hay que seguir siendo JOVEN toda la vida. Es decir, positivo, alegre, viviendo con los ojos abiertos y, por encima de todo, enamorado..."